¿Qué es el control de acceso?
Cuando hablamos de seguridad es innegable que la tecnología ha puesto a nuestra disposición un gran número de opciones, no sólo destinadas a la protección de espacios y control de acceso sino también a la protección de la información que se alberga en la red o fuera de ella.
El control de acceso consiste en un mecanismo que permite verificar la identidad de un usuario u ordenador con el fin de autorizar el ingreso o acceso a recursos físicos o lógicos.
Determinar el acceso a dichos recursos es fundamental, ya que permite que su manejo responda a las finalidades con que fueron destinados; para la implementación de esto, se identifican tres componentes:
- Mecanismo de autenticación: Puede ser una clave, lector biométrico, mapa o contraseña.
- Mecanismo de autorización: Tras la autenticación es la que permite o no el acceso.
- Mecanismo de trazabilidad: Complementa el mecanismo de autorización en los casos que este puede fallar.
Adicionalmente los controles de acceso se clasifican en dos tipos:
- Sistemas de control de acceso autónomos: Este tipo de sistemas permiten el control de puertas, horarios o identificación mediante claves o biometría.
- Sistemas de control de acceso en red: Estos logran integrarse mediante el uso de un software que permite llegar un registro de todas las actividades realizadas en un sistema.